En pleno centro histórico de Salerno, a pocos pasos del famoso Duomo y escondida entre las estrechas calles que suben por las colinas, se encuentra la Iglesia de San Giorgio . Ubicada en Via Duomo, 19-22 , esta iglesia representa uno de los testimonios más fascinantes del patrimonio religioso de la ciudad. Un lugar de silencio, historia y arte, que merece ser redescubierto por quienes visitan Salerno con la mirada puesta en una belleza menos evidente, pero profundamente auténtica.
Un origen que se hunde en el tiempo
Los primeros registros de este edificio datan de principios del siglo IX: la iglesia estaba vinculada al poderoso monasterio de San Vincenzo al Volturno , un importante centro espiritual y cultural lombardo. Esta antigua afiliación sugiere que el sitio ya desempeñaba un papel importante a principios de la Edad Media.
Durante los siglos siguientes, San Giorgio fue administrado por diversas comunidades religiosas, hasta convertirse en un convento benedictino. La presencia monástica fue duradera y significativa, moldeando la vida y la organización del espacio circundante. La función monástica cesó en el siglo XIX, pero la identidad religiosa de la iglesia permanece viva, visible en la arquitectura y los recuerdos que aún perduran en su interior.
El proyecto barroco del siglo XVII
La estructura actual es el resultado de una importante reconstrucción iniciada en 1674 , en pleno período barroco . El proyecto consistía en sustituir la antigua iglesia medieval por un edificio más acorde con las necesidades litúrgicas y decorativas de la época. El Barroco, con su predilección por la teatralidad y el simbolismo, se expresa aquí con formas sobrias y armoniosas.
Aunque la fachada exterior es sencilla y sin adornos, el interior ostenta una extraordinaria riqueza decorativa. La iglesia tiene una sola nave, con capillas laterales, crucero y cúpula central. El efecto general es de un delicado equilibrio entre estructura y ornamentación.
Los artistas y la decoración interior
Nada más entrar, la mirada se dirige a la sucesión de estuco dorado, mármol policromado y frescos que cubren las paredes. Entre los artistas más famosos que contribuyeron a la decoración se encuentra Francesco Solimena , uno de los protagonistas del Barroco napolitano. Aquí, siendo joven, pintó el ciclo pictórico dedicado a las santas Tecla, Arquelana y Susana , todas ellas figuras simbólicas de la pureza y la fuerza femeninas cristianas.
Su padre, Angelo Solimena , Michele Ricciardi , Andrea Sabatini (también conocido como Sabatini da Salerno), Giacinto De Populi y Giovanni Battista Lama también trabajaron con él . Sus obras se complementan armoniosamente, pero también ofrecen interesantes variaciones estilísticas que permiten al visitante reconocer las diferentes manos y sus respectivas sensibilidades.
El altar mayor: materiales y significado
El presbiterio está presidido por el monumental altar mayor, obra de los hermanos Pietro y Bartolomeo Ghetti . Maestros en el uso de materiales preciosos, los Ghetti crearon una obra que combina incrustaciones de mármol, nácar y decoraciones simbólicas. En el centro se alza la estatua de San Jorge frente al dragón: una representación que ha perdurado a lo largo de los siglos como metáfora de la victoria del bien sobre el mal, de la fe sobre el miedo.
Un tesoro bajo los pies: la cripta medieval
Uno de los aspectos más fascinantes de la Iglesia de San Giorgio se encuentra bajo el suelo barroco. Gracias a un moderno sistema móvil, los visitantes pueden acceder a una extraordinaria zona arqueológica: el ábside original del edificio, que data de los siglos VIII-X. Este espacio alberga frescos de la Alta Edad Media, con figuras de santos y motivos geométricos de colores suaves y líneas esenciales.
Lamentablemente en los últimos años, debido al mal mantenimiento, el mecanismo se ha bloqueado y estamos a la espera de una restauración para recuperar el mecanismo.
El portal del siglo XVI: un puente entre épocas
El exterior de la iglesia, aunque sencillo, presenta un elemento destacable: el portal de piedra de 1560 , encargado por la abadesa Lucrezia Santomagno. Conserva las características del estilo renacentista, con motivos vegetales y simbólicos tallados en la piedra caliza local.
Un lugar de silencio, oración y cultura.
Hoy en día, la Iglesia de San Giorgio puede visitarse durante eventos especiales, celebraciones religiosas y eventos promovidos por instituciones como el FAI (Fondo Italiano para el Medio Ambiente). Su encanto reside también en la tranquilidad que la rodea: no es un destino turístico abarrotado, sino un espacio que invita a la reflexión, al descubrimiento pausado y a escuchar el paso del tiempo.
Información útil para su visita
- Dirección: Via Duomo 19–22, 84121 Salerno
- Teléfono: +39 089 228918
- Horario: variable. Se recomienda llamar o consultar con la FAI y los eventos locales.
- Accesibilidad: A menudo abierto durante celebraciones religiosas y eventos culturales.
- Visita temática: La visita forma parte del itinerario Salerno Sacra , que valoriza el patrimonio sagrado de la ciudad de Salerno.
Fuentes y más información