¿Has visto alguna vez en el bosque esa hoja de luz que pasa entre un cabello y otro cuando levantas la cabeza? La copa del árbol crece, pero sabe -siente- dónde crece el otro y no se atreve a tocarlo. Ella es tímida. Cuando el otro dosel está cerca, deja de crecer en su dirección. No lo invade, no lo toca.
Si estuvieras bajo el dosel de los árboles en un bosque de eucaliptos , pero también de abetos de Sitka o alerces japoneses , notarías inmediatamente las líneas de separación regulares que se observan entre las hojas más altas. Las ramas superiores de estas especies, pero también de otras (puedes encontrarlas en la página dedicada de Wikipedia ) evitan tocarse entre sí, creando rutas de escape características entre las ramas del follaje.
La timidez de la corona es un comportamiento que solo algunas plantas asumen. Consiste en el desarrollo de una bóveda arbórea en la que las copas de los diferentes árboles no se tocan, componiendo lo que se puede describir desde arriba como un mosaico. Este fenómeno, aunque bien documentado, carece sin embargo de una explicación definitiva.
Hipótesis de abrasión mecánica
Se cree que el crecimiento de las ramas laterales se ve afectado por lo que rodea la copa del árbol. En este caso, especialmente en regiones ventosas, el fenómeno de la timidez sería una respuesta inducida por el roce que se libera entre el follaje adyacente. Los experimentos realizados en este sentido revelan que si se evita artificialmente este contacto, no se produce inhibición del crecimiento de las ramas laterales.
Hipótesis fotorreceptora
Según esta visión, el fenómeno de » la timidez de la corona » se debe al blindaje recíproco que tiene el cabello sobre los adyacentes. En este caso la timidez se debería al fenómeno de «huir de la sombra», bien conocido por los botánicos. Las plantas, a través de sus propios fotorreceptores (fitocromos), perciben la presencia de un árbol cercano gracias al cambio de calidad de la luz que llega a los propios fotorreceptores. Como consecuencia, la planta deja de crecer lateralmente, prefiriendo en cambio una extensión vertical.
Hipótesis adaptativa
Es la explicación más reciente para este fenómeno. Según algunos científicos, el espacio dejado entre el follaje serviría para reducir la posibilidad de que parásitos o animales herbívoros se desplacen por el bosque utilizando el follaje. Con el tiempo, de hecho, se habrían privilegiado aquellas plantas que crecían guardando una cierta distancia del follaje vecino. Esto probablemente permitió a estas plantas reducir los ataques de insectos herbívoros (como las larvas de polilla) o disminuir la frecuencia con la que eran atacadas por fitoparásitos.
Dadas las numerosas hipótesis y la presencia de este fenómeno en agrupaciones de plantas filogenéticamente distintas, los científicos piensan que la timidez del follaje es un caso de convergencia evolutiva. Es el mecanismo por el cual comportamientos o características similares se desarrollan de manera independiente.
Foco Fitocromo
Este receptor es sensible a la luz roja (R) y roja lejana (FR). A plena luz del sol, R y FR están igualmente presentes y una vez que el rayo golpea la hoja, absorbe principalmente el componente rojo. Por tanto, a la sombra de una hoja, la luz que filtrará será pobre en R. Esta modificación de la calidad de la luz es perceptible por las hojas de otras plantas que interrumpirán así el crecimiento en esa dirección, dando lugar al fenómeno de timidez corona.
Referencias
- Ecología de bosques y selvas – PA Thomas, JR Packham
- Abrasión mecánica y espaciado entre coronas – repository.si.edu
- ¿Qué es un bosque? – zoo.org